comprar en: Aurea Ediciones / año 2024 / Esteban Quiroz Ramos / Terror / Chile
En la penumbra de la inocencia, donde la madurez y lo inevitable entrelazan sus sombras, se gestan muchos horrores.
“La infección que llegó al mundo” según palabras de su autor es un portal hacia letras insondables, aquella enfermedad que se encuentra agazapada en los rincones más oscuros de la existencia. Las fuerzas del mal se abren un espacio en nuestra imaginación, rompiendo el esquema de lo que creíamos comprender.
Reseña [puede contener spoiler]
Ogren, es un joven que vive con su abuelo en un pueblo llamado Yarnacil. Durante toda su vida Ogren ha sufrido de terrores nocturnos, sonambulismo y extraños sueños que lo mantienen en una dimensión onírica paralela.
El autor de este libro nos presenta en 103 páginas dos narradores en primera persona, la primera es una adolescente que nos adentra a su mundo onírico y apocalíptico, y el segundo es Ogren, personaje donde se centra el argumento y las acciones más importantes del relato.
El terror que nos invita la novela transporta a un universo con descripciones muy precisas de los sueños de Ogren y los lovercraftianos personajes llenos de fantasía y apariencia horrorosa. A su vez se retrata una familia poco convencional en que el abuelo ha sido padre y madre del niño, el joven adora a su abuelo, sin embargo, como pasa con todos los abuelos, siempre están más cercanos a una despedida. Este cronómetro imaginario de la muerte es lo que da el ritmo al relato, la «bomba de tiempo» como se habla en guión literario. También es el abuelo quién da los consejos más metafóricos del texto, digamos que es un mentor del joven Ogren, algo muy importante para él.
Me llama la atención las familias que habla la novela. En general son familias que han pasado por sucesos dramáticos, sin embargo, son familias con recuerdos felices. No existe un real conflicto en estas familias, porque cuando muere un padre o una madre parece que esta imagen de ellos se santifica, y está bien (para algunos) y la figura del abuelo es un héroe por afrontar la paternidad.
Pasando al punto del terror que es lo medular de la historia, los sueños y la enfermedad del sueño que se va desarrollando, es una angustia y frustración, como suele ocurrir en estos «dones» o «poderes» que son una maldición, una enorme carga que nadie quiere llevar. Ogren ve cosas horribles, criaturas espantosas y, a mi me dio la sensación, viscosas, apestosas… pero imponentes, grandes, superpoderosas y finalmente, al igual que con mi querido Freddy Kruger, estas criaturas son los dioses de este mundo onírico del que no puede escapar nadie, ya que el sueño gana siempre. El ser humano no puede soportar tanto tiempo sin dormir y esa es la otra bomba de tiempo…
En mi opinión es un libro que recomiendo leer. Esteban, el autor, es una persona con muchas ideas y que sigue creando estos mundos del sueño con estos personajes monstruosos, lo que nos va a dar varias sorpresas en los siguientes años y varias pesadillas.