EL TORMENTO PSICOLÓGICO DE «CABAL»

Las criaturas fantásticas del imaginario de Clive Barker, un escritor que te secuestra hasta la última página

Clive Barker, escritor y director británico, escribió esta bellísima novela en 1988, un año antes que yo naciera. La leí en cuatro días, no consecutivos, en septiembre del 2024. Es un libro adictivo y oscuro con una atmósfera depresiva y tóxica, muy metafórico en relación al estado mental de los personajes, el coqueteo con la muerte, las crisis de pánico, la angustia y la ventana abierta al abismo. Por otro lado, es muy visual sobre acciones y las criaturas del imaginario Barker.

Quiero relatar cómo llegué a este maravilloso libro. Entre enero y abril del 2023 comencé a mandar mi libro «Cuentos para el Insomnio» a diferentes editoriales. Era la primera vez que me proponía realista y profesionalmente publicar mi libro. La primera evaluación e informe que recibí fue de Aurea Ediciones, editorial independiente chilena que entre sus catálogos hay ciencia ficción, fantasía y terror. Junto a esa primera opinión, venía mencionado lo siguiente refiriéndose a mi cuento Ella solo quería sexo anal:
«Comenzamos con un relato muy en la onda de Clive Barker, con la historia de un hombre que se ve envuelto en una relación intensa.»

Yo nunca había leído a Clive Barker, sin embargo, encontré retazos del libro «Cabal» en mis búsquedas de Google e incluso compré en Amazon Kindle el libro en el año 2021. Intenté que Alexa me lo leyera en varios intentos fallidos entre el 2021 y 2022. De la trama no recordaba absolutamente nada, pero al leer la sinopsis de Cabal, algo hizo click en mi cabeza.

«Aaron Boone lleva un tiempo sufriendo espantosas pesadillas, en las que se ve cometiendo los crímenes más atroces. Su psicólogo, el doctor Decker, termina de convencerlo de que esos asesinatos han ocurrido realmente».

Seguramente había estado googleando referentes sobre traumas psicológicos y personajes con trastornos mentales, suelo hacerlo, y en esos años había llegado a Clive Barker sin darle importancia como las cosas que uno suele buscar y olvidarse en Google.

Con esas señales claras decidí comprarlo. Me costó encontrarlo. De hecho compré una versión en Busca Libre que llegó en inglés (aún la tengo) y ellos me devolvieron el dinero. Al final conseguí la versión de Valdemar, una versión de lujo hermosísima de tapa negra dura que compré en Trayecto Bookstore en Santiago, Chile.

Leí que en 1990 el libro llegó al cine como «Nightbreed» (Engendro de la noche). No he visto la versión, pero tiene toda la pinta de cine Z (o de Ed Wood) ese límite entre «no tenían presupuesto» y «esto es una película de colección». Sinceramente no me llama verla como otros libros que tienen adaptaciones al cine. Prefiero quedarme con este Aaron Boone de mi imaginación, el sufrido, torturado y oscuro, al que necesitaba darle un abrazo.

Estaba acostumbrada a la pluma de otros escritores. Stephen King, por ejemplo, tiene un trabajo con los personajes muy profundo [ya llegaré a eso en otra reseña del Rey]. Clive Barker trabaja más con lo bizarro y fantástico, pero también desagradable a la vista… lo feo, lo raro, lo freak. Tiene a este protagonista tan enfermo y torturado, roto en todos los aspecto, y explotado por alguien de su confianza. Incorpora a la Raza de la Noche, estos seres místicos y enigmáticos, una tribu rara que solo llama a algunos. Y al antagonista, el verdadero villano, un asesino en serie.

El libro es meterte en una tormenta y no salir hasta terminarlo. Las cosas pasan y pasan, una tras otra. Tiene sexo, romance, asesinos, criaturas fantásticas y un tormento psicológico constante que palpita y te arrastra a la oscuridad. El ser humano es tenebroso en su maldad, tiene este deseo y anhelo a la destrucción, es cruel y cazador de los débiles, es malo por ser malo. La mente, por otro lado, es frágil y moldeable. La bondad es un elemento raro, porque la gente buena termina siendo aplastada por la sociedad o vive lo suficiente para mutar en alguien frío y desconfiado que usa la frase «más sabe el Diablo por viejo que por Diablo».

Gracias Clive Barker. Ya compré Hellraiser y lo leeré en breve.

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