Las épocas del cine de terror van sacando algunas joyitas en sus propias temáticas. Recuerdo la época de las películas VHS (Crónicas del Miedo). Cortos en coral enlazados por un tema en común, una cinta maldita que contaba diferentes historias de un terror bizarro y fantasioso. ¡Maravilloso! ¡Mi terror favorito! Aunque me acobardé bastante a verla. ¡Más maravilloso!
Pero esta reseña no es de VHS, ni de la 1, 2, 3 o las que existan.
Las películas de terror son un género difícil, prostituido muchas veces por sagas, secuelas, precuelas, remake… La eterna continuación. Pero mi miedo favorito es el irrepetible y eterno en la imaginación. Un eco de esa escena que aparece en una conversación, una horrorosa imagen que se proyecta antes de dormir mutando en una pesadilla. Y tengo muchas pesadillas con películas o libros de terror, es lo que me me encanta.
El dúo de guionistas y directores australianos de la película; Cameron y Colin Cairnes afirmaron: «En los años 70 y 80, había algo ligeramente peligroso en los programas de televisión nocturnos. Los programas de entrevistas en particular eran una ventana a un extraño mundo adulto. Pensamos que combinar esa atmósfera cargada de una transmisión en vivo con lo sobrenatural podría crear una experiencia cinematográfica excepcionalmente aterradora»
La película que hoy recomiendo es Late Night With The Devil (2023). Está grabada como docu ficción de un programa televisivo nocturno narrando el ascenso y descenso del programa y de su carismático conductor. El animador del Late Night desaparece por un tiempo, tras una tragedia, y renace con el capítulo de un especial para Halloween.
La película nos presenta los intentos desesperados de un programa que juega su última carta y para eso reúne a los mejores en el campo de lo paranormal: un psíquico, un escéptico, una parapsicóloga y, por supuesto, una poseída; la última sobreviviente de una secta. La sobreviviente afirma que siente una entidad que se arrastra hasta su cabeza poseyéndola. El ranking alcanzado por el programa y la efervescencia de la gente hace que el animador y la producción tomen la decisión de realizar un exorcismo en vivo, lo que inmediatamente pone al espectador en alerta de que algo terrible va a suceder. Pero quiere verlo, por supuesto. (A lo que vinimos)
La historia tiene giros brillantes y personajes perfectos. El protagonista, el animador, está hipnotizado por resucitar su carrera y eclipsado por las luces del éxito. Mientras que el escéptico pone la duda maldita, la que nadie quiere oír, un personaje déspota, cínico, orgulloso, el detestable perfecto. La joven poseída, es un juego entre lo aterrador y la fragilidad. Un niña usada y explotada por todos alrededor, incluyendo su cuidadora. La parapsicóloga, que a pesar de mostrarse preocupada y atenta a la joven, la ha utilizado para sacar libros y la está exponiendo en un programa televisivo como una circo freak, un zoológico de rarezas.
Todos los personajes de la película son guiados por su propio ego. Quieren mostrar que son los mejores y lo que dicen es real. Buscan encantar y seducir a un público fácil y preparado para ser engañado. Pero también traspasan la ficción: desean enamorar y jugar con el que mira la película ¿No es interesante este juego? Te vuelves un público tan impresionable, ingenuo y manipulable como el de la ficción. Los personajes no te esconden sus defectos o intenciones egoístas, al contrario, te los muestran en estos «detrás de cámara» que la película te permite mirar como testigo y cómplice.
Una película muy recomendable. En apreciación personal la película pasó demasiado rápido por las salas de cine. Es difícil de encontrar, casi como si no quisieran que la veas. Lo prohibido te hace buscarla con más esmero y deseo. ¡Buen trabajo!
9/10 puntos.
¿Por qué 9/10? Porque la perfección no existe y porque en opinión de esta escritora y amante del cine de terror, los acontecimiento del clímax suceden demasiado vertiginosos y rápidos. Aún así es una experiencia maravillosa del terror, ese detalle no eclipsa todas las sensaciones que surgen al verla.